viernes, 26 de febrero de 2010

LA OFENSA
DEL NEOLIBERALISMO
Gonzalo Aguilar (*)


Reviso el último artículo de Waldo Mendoza e intento descubrir de algunaforma qué debiera entender cuando hace referencia al actual modelo neoliberal.

Recuerdo ahora sus clases de macroeconomía, en las que afirmaba que “eso de modelo neoliberal es una simple etiqueta”. Y entonces caigo en la cuenta de que la etiqueta ha de ser enorme, pues, el Perú está felizmente en este grupo, junto con Brasil, Chile, Colombia y México.

Ocurre, según su percepción, que estos países tienen un modelo neoliberal y opone a estos el modelo argentino, boliviano, ecuatoriano o venezolano. En síntesis, afirma que como en esos países “la intervención estatal entorpece el funcionamiento de la economía, es mejor quedarse como estamos”.

Es falaz el argumento: no existen únicamente dos modelos de desarrollo. Aun si aceptáramos esta simplificación, no resulta difícil estar en desacuerdo. Y es que no basta afirmar que en el grupo de países con un modelo neoliberal “la inflación ha dejado de ser un problema”, ni que “el crecimiento del PBI ya se restableció”.

Centrémonos en el Perú: no es cierto que la inflación haya dejado de ser un problema (Zegarra y Tuesta: 2009). Tampoco es cierto que el crecimiento del PBI se haya restablecido (incluso las dudosas cifras del INEI muestran una lenta recuperación económica).

Habría que preguntarse también para qué han servido tantos años de crecimiento. Como el propio profesor Mendoza afirma: “El actual modelo de desarrollo tiene el gran lastre de que no ha logrado que dejemos de ser uno de los países más desiguales en América Latina”. Más datos: la pobreza rural no se ha movido, el salario real sigue estancado en el nivel de los 70, los sistemas de educación y salud son pésimos, las pensiones de jubilación son míseras, la corrupción se ha institucionalizado.

¿Es mejor “quedarse como estamos”? No es suficiente afirmar que “para que el crecimiento sea sostenido y socialmente aceptable [...] tenemos queenfrentar mejor los choques externos”. ¿Cómo enfrentar mejor los choquesexternos en una economía primario-exportadora? ¿No es acaso mejor reorientar el aparato productivo? Es cierto que “hay una enorme tarea [...] para la política fiscal, que tendrá que elevar sustantivamente la presión tributaria”. ¿A quién presionar? ¿Estaría el profesor Mendoza de acuerdo con eliminar las exoneraciones tributarias? ¿Con establecer impuestos a las sobreganancias? Imagino que en su percepción eso podría espantar “la inversión privada, la fuente más importante del crecimiento económico sostenido”.

Inversión que se ha encargado, en alianza con el Estado, de promover un modelo de desarrollo que permite que se despidan trabajadores durante la crisis (cuando durante años las empresas obtuvieron millonarias utilidades que jamás se reflejaron en los salarios y en las condiciones laborales), que asesina y persigue indígenas que defienden sus recursos, que encarcela dirigentes mineros. Porque así estamos en el Perú.

Los modelos de desarrollo son propuestas ideológicas al servicio de unosy no de otros. El Estado orienta las políticas según intereses. Le pregunto al doctor Mendoza: ¿Quiénes ganaron durante todos estos años en el Perú? ¿A quién le convendrá que nos quedemos como estamos?


(*) Egresado de la especialidad de Economía de la PUCP

El Comercio
26-02-10

lunes, 22 de febrero de 2010


Facultad de Ciencias Económicas
ESTRATEGIA Y DESARROLLO
¡Salvemos la Facultad!
¡Basta de improvisación, inoperancia,
y manejo irracional de los recursos!


La Administración Giudice prácticamente ha concluido. Nos deja una Facultad empantanada en la mediocridad y el desorden, sin visión de futuro y pagando los costos de la improvisación, la inoperancia, y el manejo caprichoso de los recursos. Dicha Administración controló todos los resortes del poder, contó con el favor o la crítica menguada del tercio estudiantil, más el respaldo de la administración central, pero nada de ello fue empleado en beneficio de la Facultad que en casi 3 años no ha llegado a contar ni con un Plan Estratégico que ordene y de coherencia a la gestión, ni con algún atisbo de política para una administración racional. El poder, hay que decirlo con todas sus letras, sólo ha servido para satisfacer las ambiciones personales del puñado de docentes que sin más argumentos que la acusación fácil, la diatriba y el engaño se hicieron del timón de la Facultad para lamentablemente llevarla a la situación de crisis en la que se encuentra.

El diagnóstico que acompaña a esta declaración nos muestra que no hay nada sustancialmente rescatable en la Administración Giudice. Pero lo más grave está en que los culpables del desastre pretenden continuar en el mando, como si no fueran responsables de nada. Es la hora por ello de actuar, de bloquear el continuismo, abierto o soterrado, para salir del hoyo en que nos encontramos, recuperar los años perdidos y volver a colocar a la Facultad en el camino de ser la mejor del país.

La experiencia de gobierno de ESTRADE demuestra que eso es posible. En 1995 encontramos a la Facultad en la peor de sus crisis, académica y administrativamente, al borde de su desaparición, y con sus 3 estamentos moralmente destruidos. En el año 2007, cuando dejamos el gobierno, la Facultad era otra:
moderna, progresista y competitiva, posicionada en el mundo académico, intelectual y profesional, en franco camino a lograr su acreditación. Nada de ello hubiera sido posible sin el concurso generoso de docentes, estudiantes y trabajadores, que en horas cruciales como las del inicio de nuestra gestión asumieron sus responsabilidades sin más aspiración que la de sacar la embarcación a flote.

Es hora de retomar ese norte, de volver a contar con una gestión que exprese y trabaje por ese sueño colectivo de ser los mejores en todos los ámbitos del trabajo académico, de investigación, de proyección social y de postgrado. La tarea sin embargo, por las condiciones en que está la Facultad, sólo ser puede asumida, al igual que ayer, por todos aquellos docentes, hombres y mujeres de buena voluntad, que estén dispuestos a asumir ese desafío.

ESTRADE, con la experiencia de gobierno y la buena voluntad señaladas pone a disposición de los docentes de la Facultad dos documentos: el diagnóstico y un plan de emergencia, que pueden y deben ser enriquecidos; en relación a los cuales, a través del intercambio de ideas, de la discusión y de un buena práctica democrática, puede irse alcanzando el consenso, la unidad de las fuerzas y personalidades que estén dispuestas a intervenir en las próximas elecciones de mayo para dotar a la Facultad de un equipo y un Decano académica y administrativamente solventes, y éticamente irreprochables, capaces de trabajar las 24 horas del día por hacer realidad los objetivos enunciados.

En la actual coyuntura solo cabe la unidad en torno a una visión objetiva del estado situacional de la Facultad y de un plan de emergencia. ¡Basta de aventuras, improvisaciones y demagogia! Hagamos de la docencia y la decencia los pivotes de una gestión sostenible, verdaderamente sanmarquina por sus fines, sus logros, la calidad de sus políticas y procedimientos administrativos, por su liderazgo dentro y fuera de la Universidad.

Ciudad Universitaria, febrero de 2010
ESTRADE-UNMSM
Comité Directivo

martes, 16 de febrero de 2010

SE AGOTA
EL MODELO

Humberto Campodónico


Visto desde una perspectiva más amplia, el problema del “bono militar” no puede quedarse solo en la discusión de “si hay o no caja para pagarlo” o de si el Congreso “tiene o no iniciativa de gasto”. Tampoco puede el análisis limitarse a las pugnas políticas en marcha, que existen y que se expresan en el conflicto García-Giampietri.
Después de 19 años de aplicación continua, lo que está llegando a su límite es el Programa de Ajuste Estructural neoliberal, como lo llama el economista Efraín Gonzales de Olarte. Este se ha sustentado en la liberalización irrestricta de la economía nacional, en la privatización de las empresas públicas y en una fuerte inversión extranjera, sobre todo en las industrias extractivas (minería e hidrocarburos), aunque también en telecomunicaciones, comercio y finanzas (bancos y AFP).
La contraparte clave, tanto para el capital nacional como para el extranjero, ha sido la represión salarial permanente, que ha permitido excepcionales tasas de ganancia, no vistas en los últimos años en los países industrializados y, tampoco, en América Latina. Según Gerens, incluso en el 2009 las tasas de rentabilidad patrimonial de las primeras 1,000 empresas ha sido de 17%, muy superior a los países vecinos. Si suponemos que en esos países la inversión en innovaciones tecnológicas y en bienes de capital es similar a la peruana, entonces la explicación estaría en las diferencias salariales.
Exactamente. En Argentina, Colombia, Brasil y Chile la participación de la masa salarial supera el 30% del PBI. En el Perú bajó del 25 al 20.9% del PBI del 2002 al 2008 (años de fuerte crecimiento económico). Increíble. Lo mismo sucede con el salario mínimo que de 1974 a la fecha ha perdido 2/3 de su valor real.
Además, es el más bajo de toda la región y el actual gobierno se niega a respetar los acuerdos del CNT, cediendo ante los pedidos empresariales para no actualizarlo.Las cifras de distribución del ingreso per cápita (coeficiente de Gini) del INEI (Informe de la Pobreza 2008) se han mantenido entre 0.48 a 0.50 del 2004 al 2008, lo que implica una gran desigualdad. El gobierno se vanagloria con la baja de la pobreza, pero no dice que esta es sobre todo urbana y casi no tocan a la sierra rural (además de que se han revertido en el 2009).
Otro “mérito” del modelo son las bajas remuneraciones del sector público, que no se mueven desde hace varios años (salvo para algunos sectores, como Educación, bajo Toledo). Según la ENAHO del 2008, el 56% de los empleados públicos de Lima Metropolitana gana entre S/. 400 y 1,500 mensuales, cifra insuficiente para la canasta mínima (un 7.3% gana entre S/. 2,000 y 4,000 y 4.8% gana más de S/. 4,000).
Así, la represión salarial permanente del sector público ha sido una de las claves del “buen manejo fiscal”. Para cambiar esto mediante una reforma del Estado (estamos en los últimos lugares de AL según el BID) se necesita un aumento de la presión tributaria, tema tabú para este gobierno. Estamos, entonces, frente a un clásico conflicto distributivo.
Después de casi 20 años de aplicación del modelo económico, no es que no sigan existiendo oportunidades de inversión y de “negocios”. Existen, aunque muchas (sobretodo las mineras) dependen del entorno económico global, que sigue siendo sumamente incierto. La cuestión es que ha llegado a su límite el programa neoliberal tal como se venía aplicando: hay un abierto cuestionamiento salarial (el reclamo militar policial podría ser el primero de la serie) y un aumento de los conflictos ambientales (que no hemos tocado en este artículo).
Claro, lo del bono se puede seguir analizando con “la política politiquera” del día a día. Pero el problema es de fondo. La inviabilidad social y ambiental del modelo está en cuestión. Ahora hay que crecer redistribuyendo. Pero esa opción no encuentra una expresión política que lo canalice.

La República
14-02-10
La defensa del modelo neoliberal de Ricardo Lago

Félix Jiménez


No hay piedra de toque para el juicio como aplicarnos a nosotros mismos la ley que a los demás queremos imponer. –J. S. Mill

Ricardo Lago ha publicado un artículo en el diario Correo del 07/02/2010, en el que intenta rebatir las críticas que le hago a su defensa del neoliberalismo en mi artículo “Acerca del debate sobre el modelo neoliberal”. Desafortunadamente, como veremos enseguida, Lago responde con prejuicios y agravios.
Sobre el modelo primario exportador
Dice que afirmo que él “defiende el modelo estractivista (sic), desindustrializador, que no genera empleo sostenible y que afecta al medio ambiente, aunque se cuida de no declararlo explícitamente”. Pero, lo que yo dije es que “Lago defiende para el Perú el modelo primario exportador, extractivista, desindustrilizador, que no genera empleo sostenible y que afecta al medio ambiente, aunque se cuida de no declararlo explícitamente”. El buen lector notará que no digo que él defiende sus secuelas, sino que él defiende el modelo primario exportador. Que él no crea que esas sean sus secuelas, es otra cosa. Ahora bien, ¿por qué digo que él defiende el modelo primario exportador? Porque él defiende la especialización asociada al libre comercio y en Perú el modelo primario exportador es su resultado. La defensa de la especialización asociada al libre comercio está en su artículo donde, refiriéndose a los efectos del NAFTA en México, dice: “Claro que suben la importaciones... y las exportaciones, de eso se trata, de especializarse en lo que uno es más eficiente”. Si Lago cree que el modelo primario exportador no existe en el Perú, que lo demuestre.
Lago es un cultor del libre comercio bajo ventajas comparativas y se proclama por eso defensor de los consumidores, de la soberanía del consumidor. Según esta teoría de las ventajas comparativas, los países comercian porque son diferentes entre sí, es decir, porque tienen distintas especializaciones y que, por lo tanto, pueden beneficiarse del comercio si cada uno produce y vende lo que sabe hacer relativamente mejor. “De eso se trata”, dice Lago. Sin embargo, con un poco de análisis no es difícil comprender que el libre comercio basado en el patrón de especialización, en economías en proceso de crecimiento, generaría más pérdidas que beneficios si al abrir el comercio la especialización existente no es la óptima. Además, según la literatura de los años setenta y ochenta, el libre comercio, en ciertas condiciones, puede no ser la mejor opción y resultar incluso una opción inferior a la autarquía (Parrinello, Levy, Krugman, Ros).
Secuelas del modelo primario exportador o modelo del “óbolo minero”
Con el modelo primario exportador, basado en la especialización, las inversiones efectuadas en las dos últimas décadas no han modificado los bajos niveles de productividad que se registran desde fines de los años ochenta y tampoco han servido para superar el largo estancamiento de la relación capital/trabajo, importante indicador de modernización. En todo el período neoliberal no hemos tenido proceso alguno de modernización ni de cambio técnico que impacte al conjunto de la economía. Y esto tiene que ver también con el notable deterioro de la educación en todos sus niveles, pues se redujo el gasto del Estado afectando la calidad de todos sus servicios. De otro lado, en esta economía del “óbolo minero”, el 71.7% de la PEA de 14.7 millones, trabajan en actividades de servicios y el 77% en empresas de 1 a 10 trabajadores donde el ingreso promedio mensual es 600 soles. Las actividades de servicios, de bajísima productividad, generan el 61% del PBI. Estas son sus secuelas. Por eso digo que la defensa de Lago del libre mercado es deleznable, es decir, inconsistente y frágil.
Los infundios de Lago
Refiriéndose a mi propuesta de planes quinquenales de infraestructura, Lago dice que estos son “Técnicas matemáticas que utilizaban profusamente los burócratas del Gosplan… para sellar con el imprimatur de científicos como Pontryagin, Leontief y Kantorovich… sus ‘planes quinquenales’ de inversión y producción. Planes que suplantaban la soberanía del consumidor y decidían por nosotros sobre nuestras vidas». Este párrafo, de intenciones sibilinas, sugiere que yo adhiero a la ideología del Gosplan. Lago lee lo que él imagina e imagina de acuerdo con sus odios ideológicos. Si este no fuera el caso, él entendería que en el tema de infraestructura y en otros, el Perú merece un gobierno contrario a la improvisación para involucrar al sector privado, con planes y proyectos de plazos definidos, en la tarea de conectar la economía con la demografía y la geografía, y de ordenar el territorio económica y ecológicamente.
Finalmente, refiriéndose a Howard Fast, autor del epígrafe que encabeza mi artículo (“Se hace duro pensar cuando el mundo entero tiene miedo del pensamiento o la verdad”), Lago dice: este “autor de la extraordinaria novela Espartaco… fue militante del partido comunista de los EEUU y merecedor en 1953 del Premio Stalin de la Paz en la peor época de la URSS. ¡Vaya menudo inspirador, un stalinista!» Lago intenta invalidar mis argumentos creando sospecha. Si esto no es verdad, entonces es un ignorante de la obra de Fast, es decir, Lago desconoce la obra de Howard Fast. Fast no solo escribió Espartaco, sino muchas otras obras como La Pasión de Saco y Vanzetti, Moisés: Príncipe de Egipto y El Dios Desnudo. Esta última, publicada en 1957, es una crítica al totalitarismo de Stalin y un canto a la libertad. En esta obra, Fast dice «El mañana pertenece a aquellos que rompen las paredes de la prisión que encierra la mente humana, no a aquellos que sostienen esas paredes». Me pregunto si Lago sabrá de cuál de las obras de Fast saqué la cita que encabeza mi artículo.

Domingo
14-02-10

miércoles, 10 de febrero de 2010

LOS DUDOSOS FRUTOS
DE LA EDUCACIÓN

Abelardo Sánchez León


La relación que existe entre las negligencias que cometen los médicos y su formación universitaria es un asunto directo e “incontrastable” como la ciudad de Huancayo. Hasta hace algunos años ser médico en el Perú era todo un prestigio arduamente ganado, pero hoy en día, con el relajo generalizado de la educación superior, ser médico es una profesión que está a mano de cualquier estudiante de colegio. Sin duda, la universidad equivale cada vez más a la educación secundaria y las maestrías pretenden parecerse a una educación superior más exigente. Las maestrías, sin embargo, se llevan a cabo entre el sueño y la vigilia, en aquella dulce duermevela, entre el cansancio absoluto y la atención precaria o sobre la base de ciertas lecturas apresuradas los fines de semana y el agotador trabajo de la oficina.

La multiplicación de universidades trae una desconfianza creciente respecto de la calidad de los profesionales que se colocan en sociedad, sobre todo si se tratan de médicos, ingenieros o abogados. Uno tiene que ir confesado a una operación y verle directamente la cara al médico, porque esa cara y su comportamiento dice más que su cartón. Los cartones se regalan, se subastan o se rifan. Muchos médicos sacan su cuarta y colocan en su tarjeta el nombre de la universidad donde han estudiado, siempre y cuando ella sea prestigiosa, para convencer al paciente de que se le amputará la pierna correcta. Hay que andarse con mucho cuidado y darse una vueltita por las universidades que han proliferado, por las nuevas facultades de medicina y reconocer en esos edificios atestados un atisbo de calidad.

No voy a repetir con Jorge Manrique que “todo tiempo pasado fue mejor”, pero sin duda los médicos daban más confianza. Eran nueve duros años de estudio, ¿sí o no? Ahora la oferta de universidades es tan amplia que para todos hay sitio. Unos estudian mientras trabajan y otros trabajan mientras estudian y la mayoría hace como que estudia y los profesores como que enseñan. Esa es la verdad de la milanesa: el que se pica pierde, no hay que pisar el palito, no hay que ser políticamente incorrecto. Pero lo que todo el mundo intuye es una verdad de Perogrullo: médicos somos todos y, con frecuencia, preferimos la receta de nuestra farmacéutica, pues al menos le conocemos la cara, ya que en el Perú los cartones están bobos.


El Comercio
10-02-10

lunes, 8 de febrero de 2010

CIENTÍFICA DE ALTURA


Fabiola León-Velarde. Es la primera mujer que ocupa el rectorado de la Universidad Peruana Cayetano Heredia. Ella ha realizado importantes investigaciones referidas a los efectos de la altura en seres humanos, animales y plantas.

Jorge Paredes


Su historia familiar dice que desde los cuatro años ya quería dedicarse a la ciencia. Su padre, un médico veterinario graduado en Buenos Aires, le inculcó desde muy pequeña esa curiosidad por la naturaleza, por querer saber cómo funcionan los animales y todo lo que nos rodea. Con el tiempo, esa misma curiosidad la llevaría a conocer en la universidad al científico Carlos Monge Cassinelli, cuyo padre había descubierto el mal de montaña en el Perú y había iniciado las investigaciones sobre los efectos de la altura en los seres vivos. “Es ahí que descubro que en el Perú también era posible hacer ciencia de verdad”, dice Fabiola León-Velarde, mientras nos cuenta que en el segundo año de carrera empezó a trabajar en el laboratorio del doctor Monge, sin saber que la investigación sobre la biología, la fisiología y la medicina del hombre de altura iba a ocupar un papel trascendental en su vida.

Ahora es la primera mujer que ocupa, desde mayo del 2008, el cargo de rectora en la UPCH, rompiendo una tradición de rectores hombres y médicos.

LA VOCACIÓN
Usted decidió ser científica porque su padre la motivó desde pequeña, pero no es común que una mujer se dedique a la ciencia en el Perú.
Fue una decisión personal y está vinculada al hecho de que mi padre siempre me incentivó el interés por la naturaleza, la lectura y la vida. También está la figura muy importante del doctor Carlos Monge Cassinelli, quien ha liderado la investigación sobre el tema de la altura y ha sido mi maestro durante treinta años. En la universidad tenemos liderazgo en dos campos: el Instituto de Medicina Tropical y el Instituto de Investigaciones de la Altura, que se inició en realidad con los estudios de Carlos Monge Medrano, quien en 1921 descubrió el mal de montaña crónico. Cuando apareció la universidad, en 1961, su hijo, el doctor Carlos Monge Cassinelli, continuó con estos estudios, con la contribución del doctor Alberto Hurtado, otro gran investigador.

La medicina de altura es clave en nuestro país, ¿qué cambios ha sufrido el hombre peruano por la condición geográfica de los Andes?
LOS ANDES SON UN LABORATORIO NATURAL
Tenemos en general 30 millones de personas que están sujetas a la disminución del oxígeno, y el oxígeno es como nuestro combustible natural, como la gasolina para el auto. De ahí que tratar de entender cómo funciona un ser humano con menos oxígeno resulta sumamente importante para comprender cuál es el límite. Una primera respuesta la dio la Escuela Peruana de Altura, que dijo que sí hay seres humanos que han adaptado todos sus sistemas a la altura —respiratorio, cardiovascular, renal, digestivo, nervioso, etc.— y pueden realizar una función normal. Pero también existen otros que, a pesar de haber vivido en altura, se enferman y no pueden vivir más ahí. El doctor Monge Medrano llamó a esto mal de montaña crónico, y Monge hijo profundizó estas investigaciones y estableció que existían factores de riesgo que podían acelerar ciertas enfermedades. El otro aspecto está referido a los animales. Ahí hay otra línea de investigación. O sea las llamas, los cuyes, las vizcachas, los roedores, las aves, que tienen un patrón totalmente diferente al del ser humano porque tienen millones de años viviendo en la altura. Los camélidos tienen dos millones de años, los cuyes más de 30 millones, y nosotros apenas 15 mil años. Nosotros nos podemos aclimatar a la altura, pero también nos podemos enfermar.

¿Se puede decir que el hombre andino ha sido afectado en términos fisiológicos por la postergación en que ha vivido en los últimos siglos?
Es cierto que existen diferencias en términos de capacidades, pero este es un tema netamente educativo, de nutrición y de salud, y no está relacionado con la altura. Evidentemente, si hablamos de poblaciones que viven por encima de los 4.500 metros, sí existen problemas. Esas son alturas que no deberían habitarse porque existe muy poco oxígeno. Son pocas, felizmente, las comunidades en el Perú que viven en esas zonas.

TRANSGÉNICOS
La Cayetano también desarrolla el tema de productos naturales, ¿cuál es su opinión respecto a los transgénicos?
Esta es una posición personal, pero compartida con muchos de los investigadores de la universidad. Una cosa es permitir que invadan el país cuatro semillas transgénicas de una transnacional, eso es algo a lo que hay que decir no; y otra es asustarnos por la investigación genética de las plantas para poder, por qué no, darle valor agregado a nuestros cultivos.

Uno se pregunta a veces por qué otros países han desarrollado su agroindustria y nosotros no.Necesitamos que la investigación del primer mundo pueda ser transferida al Perú. En la universidad estamos participando en el secuenciamiento del genoma de la papa, y esta herramienta nos va a servir también para otras investigaciones, por ejemplo, para conocer cuáles son nuestras variedades de uvas pisqueras. Y tal vez nos llevemos una sorpresa sobre las variedades de uvas que creemos tener. Todo esto es muy importante si queremos exportar a gran escala.

¿Cómo ve la investigación científica en el Perú?
Somos la cabeza del ratón. Estamos por encima solamente de Ecuador, Bolivia y algunos países de Centroamérica. Estamos por debajo de Brasil, Argentina, Chile, Colombia, Venezuela. El Estado casi no invierte en ciencia y tecnología, por lo urgente posterga lo importante. Por eso debemos lograr que las empresas privadas se interesen por la investigación científica, algo que yo diría recién está empezando.

MEJORES PRODUCTOS
La Universidad Peruana Cayetano Heredia trabaja en cuatro áreas prioritarias: el desarrollo de productos naturales, el medio ambiente y desarrollo sostenible, la biotecnología para luchar contra enfermedades infecciosas y el desarrollo de modelos integrales de salud. “La manipulación genética, en el buen sentido de la palabra, de nuestros animales y plantas, nos permitirá darle valor agregado a nuestros productos”, dice León-Velarde. “En el tema de los camélidos podremos conocer cómo tener marcadores genéticos para seleccionar a los animales con mejor fibra. Si estoy en el Perú y quiero hacer física de partículas atómicas seguro es muy difícil, pero si quiero trabajar en productos naturales, en genética, hay todo un campo abierto, lo que pasa es que no hemos incentivado correctamente a nuestros profesionales a hacer ciencia”.

El Comercio
15-03-09
PROPONEN LEY
DEL INVESTIGADOR

Lima, ene. 06 (ANDINA).- El coordinador de la Red Internacional de Ciencia y Tecnología, Modesto Montoya, propuso impulsar la Ley del Investigador para promover la carrera científica en el país y así evitar la fuga de talentos al exterior.
Indicó que por la falta de un marco legislativo adecuado que promueva a los jóvenes investigadores y científicos ascender y ser nombrados en las instituciones del Estado, los talentos peruanos emigran al exterior.

Refirió que solamente en Brasil hay más de 2,000 científicos e ingenieros peruanos trabajando, y hay numerosos investigadores nacionales trabajando en otros países.

Señaló que debido a las normas de austeridad, los científicos peruanos no pueden acceder a nombramientos ni ascensos, lo cual no incentiva a los jóvenes investigadores ingresar a las instituciones del Estado.

“Por eso urge contar con una Ley que promocione la carrera científica, la cual sea exigente en los requisitos como contar con un doctorado, tener por lo menos 10 publicaciones científicas, entre otros aspectos”, declaró a la Agencia Andina.

El científico peruano indicó que la alianza estratégica de universidades ha becado el año pasado a 500 peruanos para ir a estudiar Francia, y otras universidades.

Subrayó que para aumentar el crecimiento económico del país, se debe impulsar la investigación científica para el desarrollo de nuevos productos, y procesos que puedan ser aplicados en la empresa privada y en la ingeniería.

Montoya participó en la inauguración del décimo séptimo Encuentro Científico Internacional de Verano (ECI 2010v) “Ronald Woodman Pollit”, coorganizado por su institución y el Centro Nacional de Planeamiento Estratégico (Ceplan), en el Museo de la Nación.
REPRESIÓN SALARIAL
EN LA PICOTA

Humberto Campodónico


La actual presión de los miembros de las FFAA y policiales por la mejora en sus remuneraciones está poniendo al descubierto uno de los ejes centrales de la política económica: gran parte de las “buenas notas” que les dan las calificadoras de riesgo por el manejo ordenado de las cuentas fiscales se basa en la “represión salarial” de los servidores públicos (a los que hoy García golpea).

Esa fue la constante durante los gobiernos de Fujimori y Toledo, con algunos periodos de “aumentos selectivos” (al Poder Judicial y a los maestros), intercalados con las “gratis” de 200 soles por julio y diciembre.

Y continúa con este gobierno, pues el Marco Macroeconómico 2010-2012 del MEF proyecta que el gasto corriente (allí están los sueldos de los empleados públicos y de las FFAA y policiales) bajará del 12.4% del PBI en el 2008 a 10.8% en el 2012; esta reducción de 1.6% del PBI equivale a S/. 6,700 millones.

¿Qué se puede hacer para cambiar la represión salarial? Muchas cosas, pero todas dependen de una sola: voluntad política para el cambio, algo que este gobierno no tiene. Si la tuviera, se fijaría como meta elevar los ingresos tributarios progresivamente a 18% del PBI, que es la meta fijada hace siete años en el Acuerdo Nacional.

Para hacerlo hay que combatir la evasión del Impuesto a la Renta de las empresas que, según Luis Alberto Arias, en el 2007 fue de S/. 15,000 millones, nada menos que 4.9% del PBI (Cristal de Mira, 24/10/2009). También se debería eliminar la rebaja unilateral e inconsulta de los aranceles de Carranza en el 2007 y el 2008, lo que aumentaría la recaudación en nada menos que S/. 3,000 millones anuales, como lo dijo la anterior jefa de la Sunat Graciela Ortiz (Cristal de Mira, 14/03/2009).

Pero no solo son importantes las medidas macro. También se le debe exigir al Sr. Crousillat que cumpla con la reparación de S/. 64 millones al Estado, que fue la plata –de nuestros impuestos– que Montesinos le entregó en la salita del SIN. Lo mismo pasa con la rebaja de los aranceles a los artículos suntuarios (yates, motos náuticas, entre otros) que, otra vez, la Sra. Ortiz estimó en S/. 40 millones anuales.

También es clave restaurar los impuestos al patrimonio (derogados con la reforma de 1990-91) y que recaudaron en 1984 el 3% de los ingresos tributarios, lo que hoy alcanzaría la suma de S/. 1,500 millones anuales (52,000 millones por 3%).

También se debería aprobar, ya, que las empresas peruanas que se vendan en el exterior paguen impuesto a las ganancias de capital en el Perú. Eso no ha sucedido con Majaz, Toromocho y en la venta de Petro-Tech a ECOPETROL, lo que ha permitido que el Sr. Kallop pague ese impuesto en EEUU y no en el Perú.

Hay mucho más. Por ejemplo, eliminar a las empresas mineras “infiltradas” en el Fondo de Precios de los Combustibles, lo que permitirá recaudar entre 60 a 100 millones de soles anuales. También se debería eliminar la exoneración del IGV a los seguros de vida, que el MMM estima en S/. 251 millones para el 2010.

Volviendo al principio: el equilibrio de las finanzas públicas no debe descansar en la represión salarial, pues no permite la modernización del Estado y atenta contra la gobernabilidad, además que disminuye la demanda interna, lo que incide negativamente en el crecimiento. Recaudar más y mejor para que todos ganen con el crecimiento económico, es decir, avanzar hacia la equidad, es la tarea de la hora.

La República
08-02-10
¿EXISTEN OPCIONES
AL MODELO ECONÓMICO VIGENTE?

Germán Alarco Tosoni

Este año político no podía ser ajeno a los economistas. Ya se inició la disputa en el campo de cuál debe ser el estilo de desarrollo o modelo pertinente para la economía peruana. De un lado están sus defensores y del otro los detractores quienes proponen su cambio, modificaciones mayores o menores al mismo. La problemática de los modelos económicos tiene mucho de técnica (teoría y práctica económica), ideología y capacidad de gestión de las políticas públicas. La economía es una ciencia social, no es técnica pura, ni está libre de los juicios de valor. No existe un modelo y su opuesto. Las variantes y particularidades son muy numerosas. El carácter científico de la economía radica en transparentar todos los supuestos establecidos y explicitar desde el inicio a quien se va a servir.
Elementos para definir un modelo económico
No existe una relación única de reglas, instituciones, mercados y variables a considerar para definir un modelo económico. En la teoría económica las definiciones de modelo son diversas. No hay consenso. En realidad cada modelo económico involucra una posición explícita, implícita u omisión respecto a todo un conjunto de esferas: nivel meta, macro, sectoriales e intermedias, e institucionales. A nivel meta, las diferencias existen entre quienes asumen una posición u otra respecto a temas tales como: ¿cuenta la sociedad con capacidad de planeación estratégica?, ¿existen mecanismos formales de planeación que funcionan?, ¿hay un sistema de dirección estratégica de la economía?, ¿se cumplen adecuadamente todos los procesos de las políticas públicas?, ¿existe una adecuada comunicación interinstitucional?, ¿el reconocimiento social se basa en criterios meritocráticos o patrimonialistas?
La diversidad en los modelos, a nivel macro, se origina en las diferentes respuestas que se pueden dar respecto a interrogantes tales como: ¿cuál es el rol del estado?, ¿la estructura de tributación es directa o indirecta?, ¿es la política fiscal procíclica o anticíclica?, ¿cuáles son las funciones de la banca central ?, ¿cuál es el rol del sistema financiero? A nivel intermedio: ¿existe política comercial?, ¿existe política industrial?, ¿hay o no interés en la problemática de la ciencia y tecnología?, ¿es importante la problemática ambiental y la preocupación intergeneracional?, ¿cuál es el sentido de la regulación y las políticas de competencia?, ¿existen políticas de promoción de la inversión?, ¿son o no importantes los derechos de propiedad. En el campo institucional, ¿existe una política activa de salarios mínimos?, ¿se promueve o no las organizaciones sindicales?, ¿son sólidas o no las políticas a favor de un estado de bienestar (pensiones, salud y acceso garantizado a la educación)?, ¿es o no importante la estructura de distribución del ingreso?, entre otras.
Modelo chino
Es muy difícil señalar cuáles son las variables que explican su éxito. No se trata del conjunto propuesto por la economía convencional. Es central la política comercial activa con enfoque estratégico que comparte espacios con un tipo de cambio real elevado que explican el notable desempeño exportador. Esta política se acompaña de una economía heterogénea, con políticas alimentarias que permiten salarios reducidos en moneda extranjera. Existe intervención estatal a nivel central y descentralizado. Se ha procurado una mejora notable de la infraestructura, de la ciencia-tecnología y abundante mano de obra calificada. Los incentivos económicos son elevados pero con una regulación y derechos de propiedad frágiles. Este conjunto es diferente al modelo de Corea del Sur, al de Taiwán o de Singapur, pero comparten el hecho común de una importante presencia estatal, a diferencia del modelo propio de nuestro país.
Modificaciones al “modelo peruano”
No vamos a analizar detalladamente las características de nuestro modelo económico, pero destaca su orientación primario exportadora, naturaleza desindustrializadora, con reducida presencia estatal (poco gasto e inversión pública), mercados internos abiertos, con reducidas articulaciones internas, intensivo en capital y por ende con poca generación de empleo, y con un patrón concentrador bajo dominancia extranjera, entre otras características. Sin embargo, la cuestión fundamental es si este es viable y sostenible en el mediano y largo plazo, bajo el objetivo último de mejorar la calidad de vida de toda nuestra población actual y de mañana.
Los economistas neoliberales ridiculizan a sus críticos denominándolos como “antisistema” o “antimodelo”. Están muy equivocados. Quién podría oponerse a que agreguemos a nuestro modelo otros componentes como el rescate de ese nivel meta y de las políticas intermedias y sectoriales que comentamos anteriormente. La construcción de una misión y visión de país sobre la base de los intereses nacionales. Que iniciemos una verdadera cruzada nacional contra la desigualdad y la exclusión, más allá de la lucha contra la pobreza. Sin creación de ciencia y tecnología no tenemos futuro ni lugar en el mundo. Hay que rehabilitar las políticas sectoriales e industriales para mejorar las articulaciones productivas. Institucionalizar las políticas fiscal y monetaria anticíclica. Actuar creando empleos de calidad (con remuneraciones adecuadas) acordes con la expansión de mercados y la mejora de la competitividad externa. En fin, aprovechar nuestras fortalezas y oportunidades, incorporando los ajustes necesarios. El reto está en que todos estos ingredientes generen un platillo consistente, nutritivo y que guste a la gente.
Investigador Principal, CENTRUM Católica.


Domingo
07-02-10

martes, 2 de febrero de 2010

SE NECESITA
ESTRATEGIA ECONÓMICA

Santiago Roca
El domingo pasado el diario El Comercio instó –a través de una entrevista al profesor norteamericano Michael Porter– a que los peruanos nos pongamos de acuerdo para que el país avance haciendo cambios y correcciones en la política económica. ¿Cuál es la principal recomendación y prioridad? Según Porter, crear e implementar una estrategia económica nacional que construya sobre nuestras fortalezas locales y expanda nuestras capacidades, añadiendo valor y competitividad, no solo a nivel de la empresa sino de la economía en su conjunto –de forma de mejorar el nivel de vida de la población–. Sencillo como esto parezca, la tarea es gigantesca, ya que esto es justamente lo que ha estado ausente en el Perú durante los últimos 20 años. El Perú ha abdicado –desde hace un buen tiempo– de construir una estrategia nacional de desarrollo con metas y objetivos claros, prefiriendo dejar la economía en manos de las fuerzas del libre mercado y de los supuestos beneficios de la inversión extranjera.

Se sabe –de la experiencia de los países desarrollados– que si bien en los libros de texto predominan las confrontaciones entre “libre cambistas” y “proteccionistas”, en la realidad siempre han prevalecido los intereses nacionales y la estrategia de crecimiento nacional. En Inglaterra hace ya más de 500 años, cuando todavía era país en desarrollo, los hacedores de política económica se ponían por encima del debate académico e ideológico y discriminaban entre “comercio bueno” y “comercio malo”. Para ellos, comercio bueno era el que favorecía a que Inglaterra se desarrolle y comercio malo aquel que debilitaba la estructura productiva de la nación. De acuerdo con ello actuaban a favor de su nación. En los Estados Unidos, en el siglo XVIII y XIX, cuando todavía eran productores de materias primas y querían desarrollarse; los hacedores de política favorecieron por ejemplo la colocación de impuestos a las exportaciones de algodón y encarecieron las importaciones de textiles procedentes de Inglaterra. Por supuesto, una vez, que fueron los mejores en producir textiles, exigían la apertura de todos los mercados en el mundo. Un poco mas tarde, Lincoln encontró beneficioso para el interés de los Estados Unidos, proteger y dar derechos exclusivos de monopolio (patentes) a sus inventores, sin importarle la libre competencia. Ahora siguen buscando extender estos derechos para seguir beneficiándose.

Igual con otros países como Alemania, Japón, Corea; todos ellos definieron una estrategia económica nacional sui generis sin mistificar el mercado ni la acción del Estado. Alemania a través de la integración de los diversos estados de la antigua Alemania, Japón con la creación de su Ministerio de Industrias y Tecnologías, y Corea con una mezcla de instrumentos y planes específicos.
Lo que Porter está pidiendo es algo parecido pero original del Perú. En ese sentido, nos parece ingenuo que los gobernantes crean que los tratados de libre comercio y la inversión extranjera son suficientes por sí solos para que el Perú crezca en forma sostenida. Se requieren metas y objetivos claros y una agenda estratégica que añada valor y aumente la productividad y competitividad de toda la economía. Tres ingredientes son indispensables: 1) producir los productos que creen mayor valor no solamente a nivel empresa sino a nivel de la economía en su conjunto, 2) si bien las exportaciones son indispensables y el aumento de las importaciones una consecuencia, se requiere de transferencias de productividad e ingresos del sector exportador a la economía no exportadora, de forma de lograr un mejor balance, 3) políticas macroeconómicos sólidos y consistentes. Antes de todo ello, hay que identificar y ponernos de acuerdo en los principales intereses económicos nacionales y después evaluar periódicamente los impactos positivos o negativos de las diversas medidas de política.
El autor es Profesor Principal de ESAN

La República
02-02-10

lunes, 1 de febrero de 2010

Opiniones sobre
artículo de Porter


RICARDO BRICEÑO
Presidente de la CONFIEP

La falta de competitividad que refiere el Sr. Porter es un hecho real que debemos resolver en el más breve plazo. Es indispensable cerrar las brechas de infraestructura y de conocimiento que nos separan de las economías más competitivas. Para lograrlo necesitamos impulsar las actividades en las que sí somos competitivos y que nos permitirán financiar una adecuada infraestructura, educación de calidad, invertir en investigación, innovación, ciencia y tecnología, así como tener salud pública y seguridad ciudadana. En paralelo, debemos acabar con la exclusión de la selva y la sierra rural y descentralizarnos. El objetivo final debe ser lograr una sociedad desarrollada sobre la base del conocimiento. El Perú es un país lleno de recursos, por eso creemos —con el profesor Porter—, que estamos en el camino correcto y coincidimos en que debemos planificar nuestro futuro, escogiendo aquellos sectores sobre los cuales basar nuestro desarrollo.
FERNANDO ZAVALA
Ex Ministro de Economía
En la discusión sobre lo que el profesor Michael Porter quiere decir nos podemos perder en la forma y olvidar que lo principal es la gran interrogante que plantea: ¿Cómo hacer para crecer logrando una reducción importante de la pobreza (o generando más riqueza)? En la respuesta a esta pregunta es donde se centra el aporte de Porter: necesitamos ser más competitivos y aumentar nuestros niveles de inversión, tareas que recaen en el Estado y el sector privado e implican que nuestros líderes tengan una visión de largo plazo. Lo que plantea Porter es la necesidad de tener una estrategia de competitividad-país de largo plazo con una agenda muy amplia en educación, infraestructura, descentralización, lucha anticorrupción, entre otros. En el mundo, la correlación entre una década de crecimiento y la siguiente es baja (30%). Los peruanos debemos asegurar que seguiremos creciendo en las siguientes décadas y que ello beneficiará a todos los peruanos.

SANTIAGO ROCA
Universidad ESAN
Michael Porter ha puesto sobre la mesa un tema señalado por diversos estudiosos pero desatendido por los responsables de la política económica nacional. Ni el libre comercio, ni la “magia” del mercado y el flujo de inversión extranjera aseguran por sí solos la competitividad y el crecimiento sostenido. Se necesita crear una nueva estrategia de crecimiento económico, que al construir sobre nuestras fortalezas locales y expandir nuestras capacidades, añada valor y competitividad, no solo a nivel de la empresa, sino del sistema económico en su conjunto, y que mejore el estándar de vida de los ciudadanos. Porter no está pensando en tener menos Estado y más sector privado. Él esta pensando en mejorar las conexiones logísticas y empresariales, en innovaciones tecnológicas, en usar el gas para generar industria y competitividad, en generar sinergias, rendimientos crecientes, “eslabonamientos” y en los derechos de los consumidores.

FERNANDO D’ALESSIO
Director CENTRUM Católica
Los conocimientos y experiencia de Michael Porter no pueden ser puestos en tela de juicio solo porque nos dice lo bueno, lo malo y lo feo. Porter nos señala los aspectos que los peruanos debemos trabajar: Primero, una reforma integral de la educación en todos sus niveles; segundo, la infraestructura; tercero, lo más lamentable, el que basemos nuestro desarrollo en una economía de servicios en lugar de desarrollar una política industrial que atraiga inversión en plantas de producción de bienes físicos con valor agregado. En cuarto lugar, los pocos o nulos resultados logrados con una descentralización populista donde hemos multiplicado la burocracia sin aplicar una reingeniería total. El Perú es un país muy rico con recursos naturales que nos otorgan ventajas comparativas que de poco servirán mientras no las convirtamos en ventajas competitivas. Necesitamos un plan estratégico para los próximos 30 años hecho por todos.

JULIO LUQUE.
Presidente de Métricar
Rescato tres conceptos fundamentales del artículo del profesor Porter. El primero es que no se debe confundir estabilidad macroeconómica con prosperidad. Si no mejoramos nuestra competitividad o productividad como prefieren llamarla algunos, más temprano que tarde nos vamos a encontrar en un callejón sin salida. Lo segundo es que mejorar la competitividad es un reto mucho mayor que lograr la estabilidad. Aunque suene a utopía, se requiere el concurso de empresarios, trabajadores, académicos y, por supuesto, el Gobierno, tanto central como regional. En tercer lugar rescato la idea de la oportunidad, agregando un factor no mencionado por Porter. Además de la estabilidad y buen momento económico que vive el país no debemos olvidar que en poco más de un año tendremos un nuevo gobierno elegido. Difícil encontrar un mejor momento para construir la agenda priorizada de la competitividad del Perú.

JORGE MEDINA
Ernst & Young Perú
La verdadera sostenibilidad de la economía peruana solo se producirá cuando reduzcamos nuestra dependencia de los “commodities”. Para ello, Estado y sector privado deberán invertir en investigación y desarrollo en sectores o “clusters” en los cuales tengamos ventajas competitivas inigualables, económicamente sustentables, y con beneficios y expansión sostenibles. La competitividad requiere ciertos fundamentos como institucionalidad y estabilidad política, medidas anticorrupción, infraestructura de transporte, seguridad, educación buena y útil, y salud básica, que permitan y faciliten las inversiones. Debemos tener claridad en nuestros objetivos, así como políticas y fondos que, una vez fijados, no estén sujetos a debates políticos interminables. Por ello, nuestras metas de desarrollo deben trascender a los gobiernos de turno. Requerimos ejecutar un plan que nos guíe por los próximos 20 años.
El Comercio
31-01-10