martes, 2 de marzo de 2010

FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS
ESTRATEGIA Y DESARROLLO

¡SALVEMOS LA FACULTAD!

¡BASTA DE IMPROVISACIÓN, INOPERANCIA,
Y MANEJO IRRACIONAL DE LOS RECURSOS!


La Administración Giudice prácticamente ha concluido. Nos deja una Facultad empantanada en la mediocridad y el desorden, sin visión de futuro y pagando los costos de la improvisación, la inoperancia, y el manejo caprichoso de los recursos. Dicha Administración controló todos los resortes del poder, contó con el favor o la crítica menguada del tercio estudiantil, más el respaldo de la administración central, pero nada de ello fue empleado en beneficio de la Facultad que en casi 3 años no ha llegado a contar ni con un Plan Estratégico que ordene y de coherencia a la gestión, ni con algún atisbo de política para una administración racional. El poder, hay que decirlo con todas sus letras, sólo ha servido para satisfacer las ambiciones personales del puñado de docentes que sin más argumentos que la acusación fácil, la diatriba y el engaño se hicieron del timón de la Facultad para lamentablemente llevarla a la situación de crisis en la que se encuentra.

El diagnóstico que acompaña a esta declaración nos muestra que no hay nada sustancialmente rescatable en la Administración Giudice. Pero lo más grave está en que los culpables del desastre pretenden continuar en el mando, como si no fueran responsables de nada. Es la hora por ello de actuar, de bloquear el continuismo, abierto o soterrado, para salir del hoyo en que nos encontramos, recuperar los años perdidos y volver a colocar a la Facultad en el camino de ser la mejor del país.

La experiencia de gobierno de ESTRADE demuestra que eso es posible. En 1995 encontramos a la Facultad en la peor de sus crisis, académica y administrativamente, al borde de su desaparición, y con sus 3 estamentos moralmente destruidos. En el año 2007, cuando dejamos el gobierno, la Facultad era otra: moderna, progresista y competitiva, posicionada en el mundo académico, intelectual y profesional, en franco camino a lograr su acreditación. Nada de ello hubiera sido posible sin el concurso generoso de docentes, estudiantes y trabajadores, que en horas cruciales como las del inicio de nuestra gestión asumieron sus responsabilidades sin más aspiración que la de sacar la embarcación a flote.

Es hora de retomar ese norte, de volver a contar con una gestión que exprese y trabaje por ese sueño colectivo de ser los mejores en todos los ámbitos del trabajo académico, de investigación, de proyección social y de postgrado. La tarea sin embargo, por las condiciones en que está la Facultad, sólo puede asumida, al igual que ayer, por todos aquellos docentes, hombres de buena voluntad, que estén dispuestos a asumir ese desafío.

ESTRADE, con la experiencia de gobierno y la buena voluntad señaladas pone a disposición de los docentes de la Facultad dos documentos: el diagnóstico y un plan de emergencia, que pueden y deben ser enriquecidos; en relación a los cuales, a través del intercambio de ideas, de la discusión y de un buena práctica democrática, puede irse alcanzando el consenso, la unidad de las fuerzas y personalidades que estén dispuestas a intervenir en las próximas elecciones de mayo para dotar a la Facultad de un equipo y un Decano académica y administrativamente solventes, y éticamente irreprochables, capaces de trabajar las 24 horas del día por hacer realidad los objetivos enunciados.

En la actual coyuntura solo cabe la unidad en torno a una visión objetiva del estado situacional de la Facultad y de un plan de emergencia. ¡Basta de aventuras, improvisaciones y demagogia! Hagamos de la docencia y la decencia los pivotes de una gestión sostenible, verdaderamente sanmarquina por sus fines, sus logros, la calidad de sus políticas y procedimientos administrativos, por su liderazgo dentro y fuera de la Universidad.

Ciudad Universitaria, febrero de 2010

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