Nota de los Editores.- Los últimos envíos han generado comentarios que los ponemos a su disposición.
Alberto Mosquera Moquillaza
Estimado Isaac:
Leo con suma atención tus envíos, señalas incluso en alguno de ellos que la actual administración de la Facultad ha cometido "errores y horrores", para después hacer tus propuestas de lo que deberían hacer los futuros candidatos: declaraciones juradas, hojas de vida, etcétera. Pero permíteme una observación: esas apreciaciones las haces como si estuvieras es un balcón o como si fueras un simple observador de paso por la Facultad. Es decir, rehuyes tus responsabilidades. A toda la docencia nos consta que hace 3 años, en uso de tus derechos, fuiste uno de los animadores del movimiento que permitió la actual conformación del Consejo de Facultad y la elección del actual decano. Porque formaste parte de ese movimiento es que ahora eres miembro del Consejo de Facultad, como anteriormente, por esa misma confianza, conformaste el directorio de CESEPI
No puedes entonces presentarte ante los docentes como si fueras un extraño a la actual administración, cargándole la responsabilidad "a los otros", pretendiendo ahora pontificar sobre lo que deberían hacer los futuros candidatos, cuando lo primero que deberías hacer es autocriticarte porque por acción u omisión eres responsable del estado en el que se encuentra la Facultad.
De otro lado, como quien no quiere, te preguntas sobre si "los males de Facultad" son el producto de la actual administración o el "resultado de una herencia". Sinuosamente quieres responsabilizar a la anterior administración - del Dr. Hugo Lezama Coca- de los "errores u horrores" actuales, negándote a admitir - aflora tu interés en camouflar responsabilidades- de que en lo actuado en estos 3 últimos años no hay nada que pueda achacársele a la administración del Dr. Lezama.
Es más, si contrastamos objetivamente lo que ESTRADE dejó hace 3 años con lo está dejando la actual administración no hay punto de comparación, no hay "herencias posibles", es como si quisieras mezclar el agua con el aceite. En el primer caso podríamos hablar de construcción, en el segundo de destrucción. Un solo ejemplo es suficiente: cómo dejó la Biblioteca el Dr. Lezama y como está ahora; te sugiero revises los boletines de la Facultad de esos años, conversa con los trabajadores antiguos, infórmate con los alumnos de los últimos años.
Finalmente dos cuestiones: una, me parece que no es correcto - si hablamos de los problemas de la Facultad- referirnos a ellos como "trapos sucios". Los subestimas, los minimizas, los conviertes en algo así como objetos de líos de callejón. Estamos hablando de asuntos trascendentes en la vida de una Facultad, que deben y pueden ser tratados con el máximo de transparencia y rigor. Somos profesionales de las ciencias sociales, capaces por tanto de hacer uso de una racionalidad científica para enfrentar esos hechos.
Dos, no puedes hablar de que porque estamos en elecciones se sacan los "trapos sucios". La docencia sanmarquina, lo dicen los estatutos de la Universidad, está convocada permanentemente a mantener una actitud crítica ante los problemas del país, de la Universidad, del mundo. Lo que ocurre es que en épocas de elecciones se dinamizan - como debe ser- las discusiones y los debates, que permiten, si esos contrastes son bien llevados, que se haga la luz, la verdad, en relación a los temas en discusión. Estimo que la situación por la que atraviesa la Facultad amerita un gran debate, a todo nivel, para que los docentes, los estudiantes y los trabajadores administrativos tomemos conciencia de las grandes responsabilidades del futuro.
Isaac Ospino
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