SU FUTURO
DEPENDE DE USTED
¡Vota por el 4!
Estamos próximos a la hora de ejercer el derecho del voto para escoger a nuestras autoridades a través de la elección de los miembros del Consejo de Facultad. De allí, la necesaria reflexión del voto racional, consciente, para seleccionar a los mejores en la responsabilidad de la conducción académica. Como lo han manifestado muchos profesores viendo la composición de las listas no habría mucho que elegir.
Si se trata de méritos académicos, prestigio, llegada con los alumnos, transparencia, capacidad de gestión, calidad de programa, la lista Nº 4 de Academia y Desarrollo, con la propuesta del profesor Humberto Campodónico Sánchez como decano, gana de lejos a la otra lista que tiene al profesor Gustavo Reyes como candidato al decanato.
En verdad, no habría nada que comparar si nos remitimos a la pésima gestión de los mismos que han gobernado en la gestión del Dr. Giudice; pero las elecciones se ganan con votos no con buenos deseos ni reconocimientos académicos. En tal sentido, comparto las ideas del profesor Ospino de elegir a los mejores, a los más capaces en los distintos órganos de gobierno de nuestra facultad. En tal sentido, nada más ajeno a nosotros la concepción de compromisos y “repartija de cargos” de interés electoral. Por ello, recrear la política tiene otro contenido, donde la honestidad, los méritos académicos, la transparencia y capacidad de gestión tienen que primar.
Terminadas las jornadas electorales tenemos que trabajar todos sea cual fuere el decano y los nuevos miembros del Consejo de Facultad. Es tan grave y profunda la crisis de nuestra Facultad que necesitamos consensos mínimos entre los profesores y estudiantes para “Salvar a la Facultad”. De allí que invocamos a los profesores principales y asociados a que nos honren con su voto para tener la suficiente capacidad de gobernabilidad y gestión para reflotar la Facultad.
Existe un enorme potencial entre docentes, estudiantes y trabajadores administrativos desaprovechado en nuestra Facultad por la ausencia de un Plan de Desarrollo Estratégico y pobre capacidad de gestión. Como economistas será una urgente tarea incrementar los recursos propios con creatividad y transparencia para reinvertirlos en el capital físico y humano, y así prestar los mejores servicios académicos a nuestros estudiantes que merecen un futuro diferente. Para ello, tenemos que recuperar la autoestima para ser considerados los mejores.
Sirvan unos ejemplos del potencial académico y económico desaprovechado de nuestros docentes tomando el caso del profesor Carlos Aquino. En los últimos años por su propia iniciativa han sido invitados a nuestra Facultad una serie de embajadores sobre de todo del Asia. Así, han transitado por el Salón de Grados, embajadores de la China, Japón, Corea, Malasia, Singapur etc.
Lo cierto y evidente es que hay pocas Facultades en el país con ese poder de convocatoria, cuestión que podría institucionalizarse para formalizar convenios, becas, libros, intercambios docentes. Para ello necesitamos creer en nosotros mismos que podemos hacer grandes cosas. Ser eficientes significa usar nuestros escasos recursos de la mejor forma posible para obtener los mejores resultados.
Piensen ustedes en el impacto académico y social que tendría un Diplomado organizado por la Facultad sobre la formulación, evaluación de proyectos de inversión y proyectos sociales con la participación prioritaria de nuestros profesores David Medianero, Pacheco Mexon, Pedro Barrientos, Agüero, León, Palomino solo por citar algunos nombres de profesores que destacan en la elaboración de proyectos y marketing.
Con los importantes recursos del canon, sobrecanon y regalías que perciben los gobiernos regionales y locales nuestra Facultad podría establecer una serie de convenios para que nuestros técnicos presten sus servicios para superar las limitaciones del Sistema Nacional de Inversiones Públicas (SNIP). Tenemos que hacer de la necesidad una virtud y aprovechar del prestigio que tiene nuestra Universidad en el inconsciente colectivo nacional. Evidentemente el reconocimiento del profesor Campodónico como decano sería de mucha importancia. Tendríamos una cola de gobiernos locales y regionales interesados por firmar convenios con nuestra Facultad.
Esto exige y supone superar los apetitos de poder y de cargo con las bonificaciones respectivas que se han hecho tradición en la Facultad. Nuestra lógica será por el contrario el de “costo oportunidad”, de producir servicios e ingresos con una redistribución social de los excedentes. Así, el Postgrado, Cesepi, y la Escuela tendrían que generar los recursos que demandan nuestra Facultad.
Ello requiere una reingeniería académica y se necesita una genuina reforma curricular que permita evaluar la estructura de cursos con su correlato real, para responder a la pregunta clave sobre los economistas que estamos formando.Una reforma curricular no puede ser un acto administrativo de un formalismo para cumplir con las normas. Exige una seria discusión teórica sobre la relevancia de los distintos paradigmas teóricos y la demanda del mercado, con los recursos suficientes para que todos los profesores y estudiantes se concentren por lo menos en dos días para la discusión de ponencias presentadas por profesores invitados y de casa.
De allí nuestro compromiso con todos los profesores y estudiantes de convocar a una verdadera Reforma Curricular, retomando los aspectos positivos de las reformas anteriores.
Como diría el poeta César Vallejo “hay hermanos mucho que hacer”, y no podemos perder el tiempo y las energías en la formulación de mentiras, calumnias, difamaciones, y amenazas; por el contrario esa energía tiene que ser usada positivamente por el bien de la Facultad y nosotros mismos.
Por ello, la lista Academia y Desarrollo invoca el voto consciente del profesor. El voto que nos permitirá superar el lastre del pasado para posicionar en los mejores términos a nuestra querida Facultad, eligiendo al profesor Humberto Campodónico como decano por los méritos académicos que lo sustentan.
22-05-10
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