miércoles, 24 de junio de 2009

Santiago Manuin, Apu de las comunidades
aguaruna-huambisa:
No estamos contra la inversión,
la necesitamos...
Mientras se recupera de serias heridas de bala, legendario líder aguaruna Santiago Manuin cuenta su versión sobre lo sucedido en Bagua.Desde su cama del hospital Las Mercedes de Chiclayo, el histórico dirigente de las comunidades Aguaruna-Huambisa, de la provincia de Condorcanqui, Amazonas, intenta seguir el día a día de los acuerdos alcanzados entre el Premier Yehude Simon y los nativos, en San Ramón y Lima, en el Congreso y la PCM. Desde hace unos días, varios policías lo vigilan y no dejan entrar a nadie –salvo a sus dos hijos- en la habitación donde se recupera de las heridas de bala que recibió el fatídico 5 de junio en Bagua. Una orden de captura en su contra confirma que ha sido denunciado por el homicidio del suboficial de la Policía Jorge Luis Calle. Lo inexplicable es que él fue uno de los primeros nativos en caer mal herido tras la incursión policial en la Curva del Diablo e incluso fue dado por muerto. Pese a todo, Manuin sólo piensa en una cosa: que lo ocurrido sirva para que los nativos sean reconocidos como parte de esta nación, que se conozca que desde que existen han sabido mantener lo fundamental de su cultura y su naturaleza, que sus organizaciones han tenido grandes logros en educación bilingüe, titulación de tierras y salud, que no rechazan la inversión y el desarrollo, si van de la mano con el respeto a sus recursos naturales. Su visión modernizadora de la Amazonía despertó la admiración de la reina Sofía de España, a fines de los noventa, tanto como sucede hasta ahora en las comunidades con las que vive comprometido, entre otras razones, por su experiencia como mediador de conflictos. Esto fue lo que dijo a SOMOS.
Apu Santiago, ¿cómo se sintió cuando en todos los medios aparecía como muerto?
Me he entregado al servicio de mi pueblo y poco a poco me voy recuperando. Si hubiese muerto lo hubiese hecho por mi gente y mi tierra. Me da mucha pena que la policía, sin ninguna causa, haya muerto, haya pagado algo que no le correspondía. Mis compañeros muertos querían demostrar con su vida la defensa de nuestra cultura y nuestra supervivencia como pueblo. Pero queda mucho por hacer, hay que dialogar, hay que seguir para terminar con esto de una vez.
¿Por qué se levantó la selva?
Porque queremos encontrar desarrollo, pero dentro de nuestra selva. Sentíamos que los decretos nos anulaban la existencia como gente. Por eso nos levantamos.¿Cómo se llegó a una situación que cobró tantas vidas?El general que dirigió la operación no nos conoce, no sabe quiénes somos y cómo vivimos. Cuando empezaron a lanzar las bombas lacrimógenas, nos escapábamos y el general pensaba que así de fácil era. Pero somos un pueblo diferente a los hermanos asháninkas o matsiguengas. Siempre hemos sabido defender nuestra tierra. Estábamos muchos, jóvenes y viejos, y a pesar de esas bombas no huimos y cuando empezaron los disparos nos mantuvimos. Por eso hubo tantos muertos. Si hubiésemos dialogado, no habría pasado esto.
Algunos sectores de la sociedad afirman que el nativo está en contra del desarrollo, de la inversión privada y que es un “problema” para el crecimiento del país.
No estamos en contra del desarrollo ni de la inversión, los necesitamos. Pero queremos saber, nunca somos consultados, nunca nos dicen qué quieren hacer con nosotros y nuestras tierras. No nos dicen cómo va a ser el futuro que se imaginan para nosotros, cuál va ser nuestro beneficio, cómo se asegura que nuestros hijos sigan viviendo del bosque y cómo se va a cuidar ese bosque. Necesitamos una inversión bien trabajada, un desarrollo pensado desde la selva y a favor de la selva, que también va a ser lo mejor para el Perú.
¿Han sentido que ha habido un verdadero diálogo?
No, no ha sido un buen diálogo. Ha sido forzado y apresurado. La situación crítica merecía otro diálogo. Piensan que por reunirse en una mesa cuatro políticos y cuatro dirigentes el diálogo está hecho. No es así. Mejor hubiese sido que el Gobierno hablase antes del derramamiento de sangre. ¿Por qué no han ido por los ríos a explicar a nuestros apus, a nuestra gente, lo que se quiere hacer? Eso hubiese sido un buen diálogo. Pero en el fondo el Gobierno no conoce la selva, siempre está lejos de ella y en el fondo siente que la selva no es su país. No está presente en los ríos y si solo aparece es por cuestiones políticas, para las elecciones, pero no tiene un plan real que responda cómo desarrollar la selva desde ella, con sus características especiales y con su gente diferente.
El Presidente Alan García ha reconocido que los decretos no fueron consultados con los jefes de las comunidades nativas.
Los verdaderos interlocutores están en la selva y los dirigentes y jefes están allá. No es suficiente el diálogo con unos pocos dirigentes. Tenemos nuestros equipos de trabajo, nuestras organizaciones en los ríos, que vengan a hablar. Pizango no era suficiente.
Cada vez que hay un conflicto, el Gobierno afirma que Humala está detrás. ¿Las organizaciones, las comunidades, los nativos que se han levantado estaban influenciados por Ollanta Humala, Hugo Chávez o Evo Morales?
No, para nada. Nosotros no somos humalistas, somos aguarunas y huambisas, no respondemos a ningún partido político. Sentimos en riesgo nuestro territorio, nuestra vida, no tenemos nada que ver con ellos y sus programas. Por favor, que nadie hable así. No tenemos ideas de políticos.
Sus organizaciones nativas expulsaron al MRTA del Alto Marañón y eliminaron los cultivos de coca de las comunidades sin la ayuda del Gobierno. Entonces, ¿por qué hay quienes dicen que el narcotráfico está detrás?
El Gobierno debe responder por qué dice eso. Pero de verdad que no me importa, fueron años muy duros de trabajo y ya está hecho. Ahora hay que reconstruir el diálogo. Hoy tenemos más conciencia y no puede suceder esta tragedia que ha vivido el Perú.
El Gobierno posiciona internacionalmente al Perú como el país de las culturas vivas, la gastronomía, la biodiversidad. ¿Por qué no es coherente con ello y lo aplica dentro de su país con estrategias de negociación diferentes para selva, costa o sierra?
Nosotros hemos hecho nuestras propuestas. Hacia afuera el Gobierno habla muy bonito. Sus leyes son muy bonitas, dicen que quieren proteger a la flora y a la biodiversidad y piensan que escribir es suficiente…pero en la práctica todo es distinto. Con sus riquezas el Perú puede hacer mucho en turismo, con nuevos productos, patentes, el clima, pero tenemos que pensar desde la selva. Mira la historia, cómo han quedado los pueblos indígenas, la deforestación, los ríos contaminados… ¿Eso es desarrollo? Nosotros no queremos ese desarrollo, el Perú no debe querer así el desarrollo.
Lucharon en el 95 en el conflicto contra el Ecuador. ¿El Gobierno ha olvidado eso?
El Gobierno lo olvida, pero nosotros somos peruanos. Porque somos peruanos hemos exigido al país que se piense en la selva. Porque somos peruanos queremos que la selva viva y queremos que el Perú sea mejor, que tenga leyes que piensen en su gente y cada uno en su región tenga su desarrollo de acuerdo a su realidad. Queremos funcionarios que trabajen, que viajen, que conozcan a sus pueblos y regiones. Somos peruanos porque somos Aguarunas y Huambisas.
¿Qué siente por la muerte de los policías y nativos?
Lo lamento mucho. Me duele y es un gran fracaso. Cumplieron una orden que no tenía sentido.
La versión del Gobierno es que ustedes empezaron la balacera.
Los nativos no teníamos balas. La policía por susto disparó primero al aire y luego al ras y ahí hirió a uno. La gente empezó a actuar y luego me hirieron a mí gravemente. No tenemos armamento, la policía estaba muy equipada y nos atacaron también desde helicópteros.
El Gobierno afirmaba que los decretos eran intocables, pero ahora, después de tanta muerte, ha derogado dos de ellos. ¿Por qué llegar a estos extremos en vez de poner energías y creatividad para negociar bien?
Es la gran pregunta. El Gobierno debería haber dialogado antes. Hubiese sido muy sencillo, pero ahora nos encontramos así. De haber actuado bien, Alan hubiese sido el mejor Presidente.
Ha estado en Europa varias veces. Hizo un diplomado en Derechos Humanos en la Universidad Jesuita de Deusto y se entrevistó con la reina Sofía de España. ¿Cómo fue recibido?
Eso forma parte de mi trabajo. Siempre he encontrado cariño, respeto e interés. A veces hay más interés por la selva fuera del Perú, donde no existe, que en nuestro país.
¿Qué va a pasar en el futuro?
Nos vamos a mantener siempre defendiendo el bosque y la tierra. Podemos convivir con quien sea, pero entregar la tierra nunca; desaparecer como gente, nunca. En el mundo deben existir personas conscientes que ayuden a resolver esto, a crear un nuevo modelo de desarrollo para nuestras selvas, cómo enriquecer mejor el trabajo de las maderas sin terminar con ellas, cómo usar nuestros recursos sin contaminar nuestros ríos, cómo seguir en nuestras tierras sin vivir en otro lado. Alguien debe haber en el Perú que entienda esto y nosotros siempre le apoyaremos.

Somos
Año XXII No 1176

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