domingo, 21 de septiembre de 2008


EEUU:
¿y si el salvataje no funciona?

Humberto Campodónico

La masiva intervención del Estado norteamericano para tratar de salvar al sistema financiero es la prueba absolutamente irrefutable del fracaso de las políticas del libre mercado como "asignador eficiente" de recursos. Todos los analistas concuerdan en que, desde la Segunda Guerra Mundial, no hubo régimen más liberal y desregulador que el actual. Y las consecuencias están a la vista: se va a producir la estatización más grande del sistema financiero: bienvenidos a los Estados Unidos Socialistas de América.

Según Michael Pond, del Barclays Bank, el costo del salvataje para el gobierno no bajará de un billón de dólares (un trillón, en inglés) desagregados así:

• US$ 455,000 millones por el Freddie Mac, Fannie Mae y American International Group (AIG);
• más de US$ 200,000 millones para comprar los activos devaluados de otros bancos, cifra que podría ser mayor ya que el secretario del Tesoro ha dicho que se necesitarán "varias centenas de miles de millones".

• US$ 300,000 millones adicionales por las iniciativas del Tesoro anunciadas hace algunas semanas: programas de refinanciación de hipotecas, aumento de los fondos de seguro de depósitos del FDIC (entidad que garantiza los depósitos bancarios hasta US$ 75,000.

Así, la deuda pública aumentará de US$ 5.4 a 6.4 billones, pasando del 37 al 44% del PBI de EEUU de US$ 14.5 billones. Si se considera la deuda nacional (la pública más la privada), esta se elevará de US$ 9.7 a 10.7 billones, equivalente al 74% del PBI. Y no se sabe si los tenedores extranjeros de bonos de EEUU seguirán financiándolo, como China, que tiene invertidos US$ 500,000 millones en bonos del Tesoro. Además, se va a afectar el consumo privado, que representa el 66% del PBI de EEUU.

Un problema serio es el "riesgo moral": el gobierno interviene porque si no lo hace, la crisis podría volverse "sistémica", vale decir, afectaría a todo el sector productivo y, además, se volvería global, tocando a otros países. En esta situación, los dueños de los bancos, salvados por el gobierno, no asumen los riesgos que tomaron. O, lo que es lo mismo, se socializan las pérdidas.

Sin embargo, a pesar de los esfuerzos del gobierno y del Banco Central, muchos analistas afirman que la economía de EEUU entrará de todas maneras en recesión, al igual que las de Europa y Japón. En efecto, el salvataje va a permitir que algunos bancos se mantengan a flote, pero esto no va a arreglar los problemas del sector productivo, que viene atravesando serios problemas de rentabilidad desde hace varios años (ver "De burbuja en burbuja", www.cristaldemira.com, 25/7/08).

Quizá lo más preocupante es que existen serias dudas sobre el "éxito" del salvataje. El economista Nouriel Roubini dice que este consiste en una mera titulización de las deudas de las empresas que ya están en bancarrota, lo que no resuelve el problema. Afirma que la salida va por el lado de reducir el valor de las deudas existentes de los prestatarios que en este momento no pueden pagar sus hipotecas (algo así como un Plan Brady) para devolver solvencia al mercado, lo que el salvataje no contempla.

Roubini añade que, a estas alturas de la crisis, una severa recesión es inevitable. La pregunta más bien es cuánto durará y que tan severa será. Es eso lo que está en juego con las medidas actuales que está tomando este gobierno ex liberal, hoy socialista, "porque el tren de la recesión ya salió de la estación". Cómo esta recesión nos afecta será materia de otro artículo.
La República
20-09-08

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