viernes, 7 de noviembre de 2008

EE.UU:
LA RUINA ECONÓMICA
CAMBIA DE PROPIETARIO

Washington, 5 nov (PL) Una de las mayores crisis financieras, déficit, desempleo, y la recesión económica casi a las puertas, será lo que recibirá Barack Obama al asumir la presidencia de Estados Unidos, en enero próximo.

Al llegar a la Casa Blanca George W. Bush heredó de su antecesor William Clinton en el año 2000 un presupuesto equilibrado, pero las condiciones en la gran potencia cambiaron.

La debacle crediticia en las hipotecas de alto riesgo en el sector de la vivienda se trasladó a otros terrenos y se convirtió en un conflicto financiero global, cuya solución será tarea de primer orden para el nuevo mandatario.

Alrededor de un 4,9 por ciento fue el aumento de la inflación en el último año, motivada por la especulación y la caída del dólar entre otros elementos, indicó el Departamento de Trabajo.

En cuanto a la producción industrial se registraron bajas de un 2,8 por ciento en septiembre, el nivel mínimo desde 1974.

Un reporte del mismo organismo mostró que el promedio de solicitudes de subsidios por desempleo se encuentra en más de 483 mil, su tope desde 2001.

El motivo es un crecimiento acelerado en el indicador de desocupación, que en septiembre sufrió una baja de 159 mil puestos, para un 6,2 por ciento, la mayor pérdida en cinco años.

De manera general, en 2008, 760 mil puestos fueron recortados por la quiebra de compañías e innumerables reducciones motivadas por la crisis en expansión.

Por otra parte, el déficit comercial en el último año fiscal fue, según fuentes gubernamentales, de 815 mil millones de dólares, casi el doble de los 430 mil millones de 2001.

Las finanzas norteamericanas se han visto minadas a su vez por los incalculables costos de guerra de la administración Bush en Iraq y Afganistán.

Datos oficiales muestran un déficit del presupuesto de la nación que excede los 430 mil millones de dólares.

También las secuelas en las áreas del consumo y las utilidades, gravemente dañadas por la coyuntura, impactan negativamente.

Durante el período 2007-2008, Estados Unidos se anotó un pérdida fiscal de 454 mil 800 millones de dólares, equivalente al 3,2 por ciento del Producto Interno Bruto, según el propio Gobierno.

Una de las causas principales de estas astronómicas cifras es el paquete de refinanciación aprobado por Bush por 700 mil millones de dólares, puestos a disposición de Wall Street y los grandes bancos.

Esos datos representan, según estadísticas oficiales, más del doble de los 161 mil 500 millones del déficit del anterior período.

El propio Fondo Monetario Internacional, en consonancia con los especialistas económicos de todo el mundo e instituciones multilaterales, advierte que la crisis en este país será larga pese a la acción de los bomberos del Congreso.

Sin embargo, la deuda pública se alza como el parámetro más sufrido, con un monto de alrededor de 10 millones de millones de dólares, según datos difundidos por el gobierno.

Un artículo reciente publicado en el sitio digital Identidad Andaluza, intitulado Crisis económica: ¿Fin de ciclo?, asegura que el caos político de Bush motivó y agravó la catástrofe financiera que hoy ocupa y preocupa a todo el mundo.

Por ello, pasará a la historia como el mandatario que adelgazó la hasta hace poco aparentemente infranqueable hegemonía de mercado norteamericana, agregó el escritor y columnista de esa publicación, Said Jedidi.

Pese a múltiples intentos de salvación, nadie sabe aun cómo salir del bache generalizado. El reto para quien será el primer presidente negro de Estados Unidos es enorme, la suerte está echada para la economía de esa nación y el resto del planeta.

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