domingo, 23 de noviembre de 2008


RELACIONES
ASIMÉTRICAS

Redacción
BBC Mundo

El presidente de China, Hu Jintao, inició el lunes una gira por varios países de América Latina para firmar acuerdos comerciales y fortalecer la influencia económica y política de su país en la región.

Acompañado por una delegación de aproximadamente 500 personas, el mandatario chino visitará también Cuba y Perú.
La visita ha levantado expectativas económicas en la región, pero según algunos analistas para la gran mayoría de los países latinoamericanos el explosivo crecimiento de China hasta ahora no se ha traducido en el gran negocio que muchos auguraban para América Latina.
Uno de ellos es Harmut Sangmeister, profesor de teorías del desarrollo del Instituto Ciencias Económicas de la Universidad de Heilderberg y autor del estudio "La conexión china: Los intereses económicos chinos en Latinoamérica", a quien Sergio Correa entrevistó para BBC Mundo.
¿Cómo cree que funcionará el intercambio económico entre China y Latinoamérica después de la crisis financiera?
La visita a Cuba del presidente Hu Jintao seguramente tiene el gesto de mostrar que China no teme visitar a un viejo amigo conocido frente a las puertas de Estados Unidos El crecimiento económico en China se retraerá notoriamente, es decir, que su demanda de materias primas en Brasil, Perú, Chile, Argentina, etc. bajará.
El precio de esas materias primas se ha reducido casi a la mitad en las últimas semanas, y aún más en el caso del hierro, lo que tocará fuertemente a las exportaciones de ese metal de Brasil a China.
En suma, afectará notoriamente a los países latinoamericanos que exportan materias primas a China.
¿Quién puede ganar y quién perder en Latinoamérica negociando con China?
Las relaciones comerciales de América Latina con China son muy asimétricas.
Un ejemplo paradigmático es México y algunos países centroamericanos, que compiten mundialmente con China en bienes como zapatos, juguetes, textiles poco elaborados, productos en los que China tiene la ventaja de tener salarios más bajos.

Varios países de la región reconocen a Taiwán, lo cual enfría las relaciones con China.Eso no va a cambiar en los próximos años porque los chinos no quieren reajustar el valor de su moneda, una demanda que han hecho muchos países pero que a China no le conviene porque con eso perdería ventajas competitivas.
Por otro lado, países como Brasil o Chile, a través de sus acuerdos de libre comercio con China, han conseguido beneficiarse y exportar bastante más que sólo materias primas a China.
Pero si se toma en cuenta al continente en general, la balanza comercial favorece a China.
En el año 2004, el saldo era aún positivo para Latinoamérica, llegaba a casi US$4.000 millones, pero ya en el año 2006 China consiguió revertirlo y venderle a la región unos US$700 millones más de lo que compró.
En general, las esperanzas y el entusiasmo inicial en Latinoamérica como región con el comercio con China ha caído: no se ha beneficiado realmente en su comercio con China, por lo menos hasta ahora.
Por países, es distinto. Brasil, por ejemplo, tiene un saldo positivo.
Pero creo que en general esa tendencia a favor de China no cambiará, porque las materias primas se están volviendo más baratas.
¿Qué posibilidades tiene entonces Latinoamérica para volverse más competitivo frente a China?
¡Invertir en educación, invertir en educación, invertir en educación!
Esa es la posibilidad de Latinoamérica para competir en el mercado de los productos medianamente elaborados, como textiles y juguetes. Aunque eso lo van a hacer en cualquier momento otros países de Asia o África.

La pérdida de fuerza de la economía china podría afectar a la región.Latinoamérica tiene que dar ese enorme paso hacia adelante, cambiando su estructura productiva.
Además, a la región le faltan técnicos especializados.
China está formando actualmente muchísimos ingenieros y graduados en ciencias naturales y eso se está volviendo una ventaja para ellos.
La formación técnica en Latinoamérica es comparativamente muy pequeña. Hay muchos egresados de las facultades de ciencias sociales o economía, pero comparativamente muy pocos en ingeniería, con la única excepción de Costa Rica.
Usted menciona en su estudio que para los inversionistas Latinoamérica tendría algunas ventajas frente a China...
China tiene una corrupción endémica. Claro que también la hay en Latinoamérica, pero nunca en las dimensiones de China, especialmente en las cúpulas de la administración.
Eso hace encarecer enormemente los negocios y los hace muy inseguros.
Además, la justicia en China depende completamente de las indicaciones políticas.
Muchos intentos de joint ventures (negocios con capitales compartidos) entre empresas occidentales y chinas, han terminado en que la parte china simplemente deja fuera a la occidental apenas el negocio funciona.
Por otro lado, la educación china está muy dirigida a repetir: aprenden de memoria y reproducen las cosas, un estilo muy ligado a las enseñanzas de Confucio. Pero lo que se necesita en el mundo moderno para ser competitivos es independencia y creatividad.
El presidente chino visitará Perú para asistir a la cumbre del Foro de Cooperación del Asia-Pacífico (APEC) y viajará también a Costa Rica para fortalecer vínculos tras la "reciente" reanudación de las relaciones diplomáticas (en junio de 2007). Pero, ¿por qué visita Cuba?
La visita a Cuba del presidente Hu Jintao seguramente tiene el gesto de mostrar que China no teme visitar a un viejo amigo conocido frente a las puertas de Estados Unidos.
Pero no pasa de ser un gesto, ya que China no se ha comprometido especialmente en la ayuda al desarrollo de Cuba.
Además, para Cuba, China, que definiría como capitalismo monopolista estatal, no es un ejemplo a seguir. Al mismo tiempo que China valora la dirección económica de Cuba de manera muy crítica.
18-11-08

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