Carlos Franco:
SIN CAMBIOS
HABRÁ CRISIS
Carlos Noriega
¿Por qué cree que García decidió nombrar primer ministro a Yehude Simon?
Porque García no puede seguir cayendo en las encuestas y cualquiera con un mínimo de realismo se da cuenta que el gobierno tiene que hacer un viraje. -
¿El gabinete Simon implica un cambio del rumbo económico del gobierno?-
Creo que sí, porque si no fuera así García habría llamado a alguien de su partido o cercano a él. Me da la impresión que este nombramiento significa el inicio de una segunda etapa del gobierno. Antes de asumir la presidencia, García me contó de sus viajes a Brasil, la India y China. En los tres países le aconsejaron que en una primera etapa abra su mercado a las inversiones extranjeras para que la economía crezca y que luego, en una segunda etapa, recién debería venir la distribución del crecimiento. Influenciado por esos consejos, García, erróneamente, ha priorizado hasta ahora el crecimiento económico, sin tomar ninguna medida que mejore la situación de la población. Si García se mantiene fiel a lo que dijo, ahora, con el cambio de gabinete, debe comenzar una etapa de incremento de sueldos, de derechos sociales. -
Esa llamada segunda etapa, de concretarse, ¿no llegaría tarde, cuando el gobierno tiene cada vez menos respaldo y crecen las protestas sociales?-
El error político de García es haberse dado cuenta tarde de los errores que ha cometido, pero, aunque tarde, aún está a tiempo de rectificar el rumbo. El gobierno va a tener que comenzar a hacer ahora lo que debió hacer desde el principio, porque si no lo hace no tiene futuro. -
¿Pero estamos frente a un cambio real de rumbo del gobierno, o solamente frente a un cambio de estilo? -
Tengo la impresión que es lo primero, pero hay que esperar los hechos para saber si el gobierno va a cambiar. Ver para creer. Simon ha dicho que va a estar especialmente interesado en ver cómo se ayuda a los gobiernos regionales para que tengan equipos técnicos capaces y para incrementar sus recursos. Y ha iniciado un diálogo con las organizaciones populares y los gremios laborales. Eso es importante, pero no es suficiente un cambio de estilo, tiene que haber un cambio de fondo en el modelo económico. Eso García debe saberlo.-
¿Qué tiempo tiene el nuevo gabinete para hacer efectivo ese cambio?-
Si no hace ese cambio en un plazo relativamente corto, a lo sumo tres o cuatro meses, entonces no tengo la menor duda de que habrá una ola de protestas sociales y entraremos a una situación riesgosa de inestabilidad política. -
Pero en el gabinete sigue el ministro de Economía, Juan Valdivieso, que viene del Fondo Monetario Internacional y es un defensor del modelo económico neoliberal. ¿Esto no le hace pensar que estamos ante un continuismo del modelo?-
Simon ha dicho que a él no le preocuparía que haya un punto más de inflación si eso tiene que ver con el hecho de ponerle dinero en el bolsillo a la gente. Eso es importante, porque se está dando cuenta que el problema ya no consiste solamente en el puro crecimiento… - Eso lo ha dicho Simon, no el ministro de Economía.- Simon es el primer ministro. Hay que estar atentos a cómo se desarrolla la relación entre el primer ministro y el ministro de Economía… -
¿Si se va a cambiar la política económica, lo lógico no habría sido cambiar al ministro de Economía que representa el modelo anterior?-
Valdivieso no tiene mucho tiempo en el gobierno y acaba de venir de una reunión en Washington, donde, frente a la crisis mundial, el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y otras instituciones, han dicho que en este momento lo más importante no es seguir incrementando las inversiones, aunque eso es necesario, sino que lo más importante es transferir recursos hacia el interior de los países. Estas instituciones, con las que ha trabajado el ministro de Economía, están comenzando a decir que el problema no es exclusivamente de inversión, sino que el problema es de reducir las desigualdades y la pobreza. Ese cambio se está dando en todo el mundo y el ministro Valdivieso también va a tener que cambiar.-
¿Si la intención es cambiar el rumbo del gobierno, no habría sido mejor hacer un cambio sustancial del gabinete?-
Probablemente, pero, en todo caso, ahora los que tienen poder son García y Simon. Espero que estemos frente a un cambio gradual, pero lo suficientemente claro para que la gente vea en un plazo corto, máximo tres o cuatro meses, que se están produciendo cambios concretos en el manejo económico del país.-
¿Qué actitud cree que adopten los sectores empresariales frente a Simon y el gobierno si se da un viraje en la política económica?-
Lo primero que van a hacer es buscar negociar para intentar que esos cambios se realicen lo más lentamente posible. Pero creo que los grupos empresariales están sacudidos por el terror de lo que pueda pasar si crecen las protestas sociales, porque ellos no tienen ningún predicamento sobre la población. Ese temor los puede llevar a aceptar que haya cambios. -
¿Simon es la última oportunidad de García para intentar salvar su gobierno?-
Yo no lo expresaría en esos términos, pero sí creo que si este gabinete fracasa el país puede entrar en un período de crisis en el que las protestas se multipliquen, el gobierno no tenga capacidad de ejercer influencia decisiva sobre la sociedad y entonces se puede dar una crisis de gobernabilidad.-
Usted conoce bien a García, ¿cree que le va a dar el suficiente margen de acción a Simon para que tome decisiones sobre el rumbo del gobierno?-
Debe darle ese grado de libertad, por una razón muy sencilla: García sabe que lo que está en cuestión no es solamente su imagen, sino su capacidad para mantenerse en el gobierno. Que el gobierno cambie de rumbo es una cuestión de supervivencia.
Luego de su apertura al diálogo, ¿cuáles son las primeras medidas que debería adoptar el gabinete Simon?-
Lo primero que tiene que hacer es ponerse de acuerdo con los gobiernos regionales y darles más recursos; segundo, comenzar a resolver las demandas pendientes de los sectores laborales.-
¿Cree que Simon produzca un cambio tan importante en el gobierno como para modificar su relación con las transnacionales y se imponga, por ejemplo, un impuesto a las sobreganancias de las empresas mineras?-
Eso va a tener que ocurrir. Luego que se haya comenzado a resolver las demandas de los gobiernos regionales y de los sectores laborales, lo que viene es decirle a los empresarios ‘ustedes han crecido, ahora tienen que pagar más impuestos’. Si no hace eso, en tres o cuatro meses el país entrará en una grave crisis. -
¿Qué debería hacer el gobierno frente a la crisis económica mundial?-
En primer lugar, reforzar los lazos con China, y en la región con Brasil, Venezuela y Bolivia. No negociar con Estados Unidos sin hacerlo a nivel regional con una visión integracionista.- Pero en el gabinete sigue la ministra de Comercio Exterior, Mercedes Aráoz, defensora de la negociación bilateral y crítica de las propuestas de las negociaciones en bloque.- Como en el caso de Valdivieso, ella también va a tener que adaptarse a la nueva situación, por un mínimo de realismo. Y si no lo hace, llegará el momento en el que ella tendrá que ser cambiada del gabinete.
La Primera
Octubre 2008
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