El Zorro de Abajo
Todo estaba fríamente calculado. Yehude no es un aerolito caído del cielo sino que todo estaba escrito ya en los designios de García antes de asumir la Presidencia. Esto es lo que nos dice, en síntesis, Carlos Franco en una esclarecedora entrevista concedida al diario La Primera. Recuerda Franco que García le habría manifestado que los dirigentes políticos de los países emergentes (particularmente China y Brasil) le habrían aconsejado la estrategia a seguir durante su gobierno.
Este debería desarrollarse en dos etapas claramente definidas. Una primera, de apertura a las inversiones y de impulso al crecimiento económico; la segunda, de distribución del crecimiento. Con Yehude habríamos entrado a esta segunda etapa. Franco añade y supone que todos los poderes y los ministros tienen que someterse a esta lógica y que aquellos ministros que no encajen en ella tienen que abandonar sus cargos.
Pero lo que no dice Franco ni García previó es que, con la crisis del capitalismo mundial, hemos entrado a la época de vacas flacas y que hay poco, muy poco, por distribuir. Lo que viene probablemente es un proceso de cambios que ponen en cuestión el modelo económico y el Estado neoliberal. Sugiero aquí un conjunto de hipótesis de lo que probablemente se viene con la crisis del capitalismo mundial, una vez abandonada la idea optimista, para no calificarla de otra manera, de que el Perú es un país blindado. Esta tesis es tan peregrina como la de afirmar que en el mundo llueve a cántaros, pero el Perú no se moja. Todo no puede ser igual que antes. Muchas cosas van a cambiar. Después del colapso de Wall Street nada puede ser lo mismo.
En primer lugar, se ha iniciado un cambio en el modelo neoliberal. No solo han quebrado algunos bancos poderosos. También han entrado en crisis algunas ideas sobre las cuales se construyó el orden neoliberal. La autorregulación del mercado como un mecanismo infalible de funcionamiento de la economía. La ganancia ilimitada como motor del sistema económico y como criterio de racionalidad humana. El Estado abstencionista. Todos estos mitos neoliberales han sido puestos en cuestión.
¿Quiénes los han puesto en cuestión? Los mismos neoliberales que se han visto obligados a apelar al Estado para que los saque del abismo al que los ha conducido el mercado autorregulado y la codicia. Es muy probable que el capitalismo, especialmente el del Tercer Mundo, pase de la autorregulación de la economía a una mayor regulación estatal. El capitalismo no se ha hundido ni es previsible su hundimiento en el corto y mediano plazo. Con la crisis actual lo que ha comenzado es el fin del capitalismo salvaje que impuso una autorregulación del mercado sin permitir la protección ni la autoprotección de la sociedad. El capitalismo sin derechos parece haber llegado a su fin, lo que va a dar origen a un capitalismo más regulado y a una presencia mayor del Estado.
En segundo lugar, es probable que se produzca una recomposición de la coalición social y política que dio origen a la economía y al Estado neoliberal. Es posible que los organismos financieros internacionales, especialmente el FMI, se replieguen desprestigiados, una vez que han demostrado su ineficacia en la gestación y en el manejo de la crisis actual. Simultáneamente, es posible que algunas facciones de esa coalición, los industriales, por ejemplo, adquieran más presencia y fuerza en ella. Esa recomposición se puede acelerar con la profundización de la crisis económica, social y política en los dos años venideros.
En tercer lugar, es probable que la coalición recompuesta comience a gestar un nuevo modelo de desarrollo capitalista que, sin enclaustrarse en cada país, mire hacia adentro y que impulse a través del Estado un cambio significativo en las políticas públicas tanto económicas como sociales que hagan viable y expresen ese nuevo modelo de desarrollo. En ese contexto es posible que el Estado desempeñe un agresivo papel distributivo y regulativo.
En cuarto lugar, es muy probable que se produzca una reactivación social y política de las clases medias, populares y pobres cuyas demandas y soluciones van a marcar la dinámica de la coyuntura política en los próximos años.
En quinto lugar, la nueva situación generada por la crisis del mercado autorregulado lleva a la revalorización de la política, de los políticos, de los partidos y del Estado.
Es posible que todo eso implique una renovación de la política, a la vez que la reconstrucción de un espacio en el que la gente pueda resolver sus problemas y crea que puede también realizar sus sueños.
Finalmente, las elecciones del 2011 se van a realizar en un contexto desfavorable para el Apra y la derecha y favorable a los candidatos que postulen un modelo de desarrollo inclusivo y una organización moderna y democrática del Estado que incorpore social y políticamente al mundo de los pobres y de los excluidos.
1 comentario:
Estimados amigos de Estrategia y Desarrrollo:
Copio -completo, porque no se indicó el corte- mi breve comentario al artículo de Sinesio López:
"Se conjeturan dos etapas. En todo caso, como siempre, García llegó tarde a la segunda. Seguramente pesó más el ánimo de obtener beneficios extraordinarios privados en la negociación minero-energética y, en general, profundizando el capitalismo salvaje en el país bajo el emblema del 'perro del hortelano'. En el contexto de crisis global las posibilidades económicas y políticas de una fase de 'distribución del crecimiento' en nuestro medio parecen endebles, a pesar de los intentos de viraje que seguramente se harán. Eso sí, como el artículo lo señala, se viene configurando un nuevo escenario."
Saludos
AHP
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