¿Y QUÉ PASA EN CHINA?
Marina Wentzel
China no podrá impulsar sola la economía mundial para solucionar la actual crisis financiera global, pero sufrirá menos que Occidente, a pesar de mostrar indicios de desaceleración, según señalaron especialistas consultados por la BBC.
Los economistas creen que China, a pesar de financiar buena parte de la divisa estadounidense, ya que posee más de US$518.000 millones en títulos del gobierno de Estados Unidos, todavía no cuenta con una economía completa y lo suficientemente compleja como para estimular a todo el organismo global.
Los ciudadanos chinos aún consumen muy poco y no podrían absorber lo que dejarán de comprar los estadounidenses, pero diversas medidas intervencionistas y de desarrollo adoptadas por Pekín garantizarán un ritmo de crecimiento de entre el 8% y el 9% en 2009.
La falta de consumo es la razón por la que China no logra, a diferencia de EE.UU. antes de la crisis, garantizar la economía de todo el mundo
Se trata de una cifra modesta si se compara con el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) chino en 2007, que fue superior al 12%, pero todavía es muy superior a las previsiones de crecimiento para las principales economías de Occidente, que se espera entren en recesión.
La desaceleración del crecimiento de las exportaciones en los últimos doce meses y el enfriamiento del mercado inmobiliario son algunos de los indicios que apuntan a un ritmo más lento de expansión del PIB chino.
Control accionario
Para hacer frente a la crisis, Pekín anunció un recorte de 0,25 puntos porcentuales de las tasas de interés, que ahora en la región están situadas en el 6,9%.
Los economistas estiman que el crecimiento chino se desacelerará.
Además, el banco central chino tiene control de las acciones de los grandes bancos del país y ha comprado más títulos de esas instituciones para garantizar que su nivel de capitalización les permita operar.
A mediano y largo plazo, el gobierno comunista quiere revertir la dependencia de la economía china de las exportaciones y aumentar el consumo interno, mediante una serie de reformas.
"También la falta de consumo es la razón por la que China no logra, a diferencia de EE.UU. antes de la crisis, garantizar la economía de todo el mundo", afirma Dong.
Según Belle Chan, directora ejecutiva para metales de la empresa BOC International, con sede en Hong Kong, China no podrá aumentar su consumo para impulsar al mercado global.
Chan coincide con Tao en que el crecimiento chino no se encuentra completamente amenazado pero seguramente se desacelerará.
Reforma agraria
El problema es que el consumidor chino es muy cauteloso, ya que el gobierno no garantiza servicios de seguridad social como las pensiones o la salud gratuita.
Por miedo a la inseguridad del futuro, los ciudadanos chinos prefieren no gastar para no tener que endeudarse.
Esta reforma (agraria) va a ayudar, a corto plazo, a estimular la confianza de los consumidores que trabajan en el campo y, a largo plazo, a fomentar las inversiones y a aumentar la productividad rural
En total, la deuda de los consumidores chinos corresponde al 13% del PIB, mientras que en EE.UU. esa proporción llega al 100%.
Por eso, el gobierno chino tiene planes de impulsar cambios en el sector de la seguridad social y poner en marcha una reforma agraria que enriquezca a más del 55% de la población que todavía vive en el campo.
Los líderes del Partido Comunista anunciaron una serie de reformas en el área rural que tienen por meta duplicar, antes de 2020, los ingresos per cápita de los casi 800 millones de campesinos.
En la actualidad, los trabajadores rurales siembran en tierras que les arrienda el gobierno o que pertenecen a cooperativas vinculadas al estado.
"Esta reforma va a ayudar, a corto plazo, a estimular la confianza de los consumidores que trabajan en el campo y, a largo plazo, a fomentar las inversiones y a aumentar la productividad rural", le dijo al diario South China Morning Post el analista del banco Morgan Stanley Wang Qing.
Además, los economistas esperan que Pekín estimule obras de desarrollo infraestructural para la generación de empleos y anuncie, en breve, recortes impositivos.
China y Brasil
"EE.UU. es el gran comprador mundial de manufacturas y China es una importante suministradora de las mismas", señaló Dong Tao.
Argentina y Brasil suministran importantes cantidades de soja a China.
"China es la gran compradora de materias primas y Brasil es el gran suministrador, por eso la desaceleración de las exportaciones chinas está vinculada a la desaceleración de las exportaciones brasileñas", añadió.
Con la reforma agraria, podría aumentar la producción de soja en China, lo que disminuiría las compras de este grano a Brasil.
Además, hay indicios de una caída en la adquisición de mineral de hierro, otro importante producto brasileño de exportación.
Según Chan, los embarques de este mineral para China están suspendidos en todo el mundo, incluso en Australia.
Mercado inmobiliario
Chan señala que "cerca de 70 millones de toneladas de mineral de hierro están estacionadas en los puertos de China, a la espera de su consumo", lo que justifica la reducción de las importaciones.
Esto se debe a la caída de las ventas y del procesamiento de acero en las pequeñas empresas siderúrgicas chinas, que no consiguen obtener crédito para operar, y también al enfriamiento del mercado inmobiliario.
La venta de los inmuebles en las grandes ciudades chinas cayó un 50% en el último año y, aunque el sector no ha enfrentado una burbuja especulativa similar a la de EE.UU., desde el año 2000 el precio de las propiedades ha bajado en relación con el ingreso promedio de los ciudadanos.
BBC
Hong Kong
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